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sábado, 18 de febrero de 2017

La Patrulla-X de Chris Claremont


Hablar de estos cómics va a ser raro y difícil. No estamos tratando con una etapa breve que narre una historia delimitada que se pueda analizar como si de una miniserie, una novela gráfica o en definitiva un tomo con principio y final se tratase. Claremont escribió a los X-Men durante 16 años. De los cuales solo tengo leídos la mitad, más o menos (lo convenientemente editado y disponible en España, por ahora). Hablar de estos tebeos es hablar de X-Men en general, prácticamente, de su punto álgido y definitorio. @M_Singular me dijo una vez que si has leído esto ya no es "necesario" seguir con la Patrulla-X, en realidad. Y estoy empezando a entenderle.



Atención, claro que se han hecho algunas cosas destacables tras Claremont. De hecho la breve etapa de Whedon fue la que me descubrió a los verdaderos X-Men y le dedicaré el post que se merece. Y lo que hizo el loco de Grant Morrison justo antes también debe de ser algo memorable. Además, seguro que muchos guardan buenos recuerdos de alguna saga de los 90. Pero es que todo viene de aquí. Desde la creación de personajes míticos hasta el tono y el tipo de historias que han definido a esta licencia. Si hay un verdadero principio para la Patrulla-X que permita engancharse durante años, está en el inicio de su etapa.

Porque los primeros años, los de Stan Lee... pueden saltarse. Estoy seguro de que hubo buenos momentos, pero fue la creación menos exitosa del boom Marvel de los 60 y nada de esta etapa se ha vuelto mítico. Sin duda sirve de base para lo que vino después, pero todo lo que hay que saber de estos años se irá recordando al lector tras el relanzamiento de la serie en 1975, así que mejor empezar por ahí. Otra forma de decir todo esto: aquí es cuando los veteranos Cíclope y Jean Grey empiezan a explotar como personajes y llegan pesos pesados como Tormenta, Coloso, Rondador Nocturno o... Lobezno.

Sí amigos, 1975. ¿Os da palo leer algo tan antiguo? Es comprensible, pero la cosa es que el modelo de narración de aquellos tebeos, y con esto incluyo lo que he leído de Spiderman en esos años, me parece excelente. Requiere un periodo de adaptación, claro, pero se le coge el punto. Cierto, se ven manías muy entrañables de estos años. Todo lo argumental se narra y explica al detalle, hasta la acción que vemos, todos los personajes recuerdan al lector su propio nombre, así como sus poderes, de forma habitual... Es gracioso. Pero este estilo setentero a la hora de narrar irá dando paso al ochentero, que poco a poco va prescindiendo de esas citadas manías. En cualquier caso, una vez que te haces, ves también las cosas buenas. Eran tiempos en los que había más texto. Mucha narración, muchas nubes de pensamiento. Y como resultado, cada número era denso y contaba un huevo de cosas. En el modelo actual parece que cada historia más o menos relevante suele constar al menos de 5 números. No es necesariamente malo, pero es posible que a veces parezca que estiran el chicle. Aquí, como digo, hay mucho texto, y todo es útil. La mítica historia 'Días del Futuro Pasado' consta tan solo de dos partes. En ese espacio cabe todo. Ni sabe a poco ni queda apretujado. Es exactamente lo que debe ser. Y es solo un ejemplo. 

Pero esto no es lo que más me interesa, sino el tono y estilo de las historias, de un equilibrio apabullante. Esta época puso de manifiesto el espíritu de Marvel como nunca. Son tebeos de superhéroes. Lo tienen claro, y se lo toman en serio sin pretender ser otra cosa. Todos van disfrazados, hay acción por un tubo, todo es pura fantasía llena de monstruos, alienígenas, poderes que se ajustan convenientemente a la imaginación del escritor... pero como digo, se lo toman en serio, no hay ni una pizca de cinismo. Es más, en estos años el tono era solemne, y las batallas nunca eran disparatadas por muy locos que fueran los conceptos que manejasen, sino épicas. ¿Por qué no iban a serlo? Saben que su público, los chavales, lo viven con total implicación. Estas aventuras son para ellos... y el desarrollo de personajes, el drama, el subtexto, y los temas que recorre dichas aventuras (desde los clásicos prejuicios contra los mutantes hasta la altura moral necesaria en los héroes, no siempre fácil o aplicable a todos), para un lector más adulto. Aquí hay material para todos. ¿Qué dije en mi comentario de Vengadores 2? "Momentos de drama genuino y "más grande que la vida" con personajes de pura fantasía infantil".

Así, el nivel es excelente en todo momento, y el enganche va siempre en aumento, como si de una serie de televisión que no deja de ir a más se tratase. En los 4 tochos Omnigold disponibles hasta ahora no hay ni una historia mala. Todas aportan a los personajes, todas son emocionantes, difíciles para nuestros héroes (me encanta que nunca parezcan estar listos para las cosas a las que se enfrentan), todas enganchan, todas están medidas al milímetro, y muy rara vez son de verdad autoconclusivas, teniendo una forma de desarrollar tramas en la que todo cuadra a largo plazo. Un rollo, como digo, muy televisivo que en su momento fue la bomba, que hoy sigue siendo absorbente, y que de hecho me ha fascinado más que cualquier otro tebeo de esta época que haya leído, transmitiéndome un sense of wonder que no creí posible con historias que me quedan tan lejos. Estos tebeos han sido, en definitiva, la mejor experiencia comiquera que he tenido en meses. Temía que el pico fuese la saga de Fénix Oscura y que lo de antes y después no estuviese a su altura, pero no. De verdad, cada arco es bueno. Y de ellos, muchos son simplemente alucinantes. Toda la preparación hasta lo de Fénix Oscura es espléndida. Lo de Proteo, buah. Todo lo que concierne al imperio alienígena Shi'ar. Cada encuentro con Magneto, pero en especial 'Yo, Magneto' (Uncanny X-Men 150). El intercambio de cuerpos entre Tormenta y Emma Frost. El origen de Magik. La boda frustrada de Lobezno (consecuencia de la estupenda y definitoria miniserie 'Lobezno: Honor', de Claremont y Frank Miller, incluida en el 4º tocho). El encuentro con los Morlocks. Telita todo. Incluso números más relajados, sin acción y de estilo más "culebrón adolescente", cada vez más frecuentes conforme la serie se moderniza, son espléndidos.
Quizá destacase como favorita la saga del Nido, bastante inspirada en 'Alien', con una carga emocional y moral de aúpa para todos y un papelón para Lobezno que, a mi juicio, le convirtió en el icono que conocemos hoy. 

Pero venga, vamos ya con la mandanga, con lo vital de estos cómics, lo que los llevó a lo más alto. El desarrollo y la caracterización de personajes. En este apartado Claremont es igual de literario y específico, pero como apuntaba, aquí se dirige a un público más maduro que capte las complejidades, sutilezas y profundidad emocional de unos personajes que se van abriendo ante ti poco a poco, con absoluta sencillez y humanidad y con los que cada gesto o palabra cuenta. Una auténtica maravilla de grupo donde todos son espléndidos, y, gracias a la libertad que da una serie abierta, pueden irse turnando para chupar cámara. No todos son igual de relevantes al mismo tiempo, pero a todos les llega su momento. Todos tienen sus dudas, dilemas y comeduras de tarro individuales, y a todos les llegas a conocer lo bastante como para predecir reacciones, una de las señas del Buen Personaje™.
Un grupo, además, donde las mujeres tienen mucho que decir en todos los frentes. Algo a lo que no se da importancia dentro de la narrativa. se trata como algo normal, y es digno de admiración dada la época. No es sorprendente que la serie enganchase también al público femenino. Mujeres guays, queridos creativos. Buenas, malas, fuertes, débiles, protagonistas, secundarias y en roles variados, pero siempre sólidas como personajes y de presencia activa. No es tan difícil.
Un factor interesante, pasando a otra cosa: Claremont sabe quiénes deben ser protagonistas y quiénes secundarios. Al inicio de este relanzamiento, cuando él aún no era el guionista, vemos en el equipo a Banshee, Ave de Trueno y Fuego Solar. Estos dos últimos de intencionadamente breve presencia, pero Banshee sí duró un tiempo. Y justo cuando uno empieza a pensar "este es el único que me da un poco igual", Claremont lo despide del grupo. Del mismo modo, la presencia de antiguos miembros como Bestia, Ángel, Polaris o Kaos (estos dos forman, por cierto, una pareja adelantada a su época en lo que a igualdad se refiere) es limitada. Aquí lo que importa es el DREAM TEAM que domina la mayor parte de lo que he leído hasta ahora: Cíclope, Tormenta, Lobezno, Rondador Nocturno, Coloso y Kitty Pryde. Para mí, la perfección. Pero para hablar de ellos, antes hay que hablar de Jean Grey.

Jean es la más normal del grupo, podría decirse. Tan normal que de hecho al empezar la serie prefiere marcharse a vivir su vida, que a diferencia de Scott va más allá de la Patrulla-X. Pronto se vuelve a involucrar, y esto sirve para establecer que no es la chica buena y aburrida de poder normalito que era en sus primeros años (según tengo entendido), sino, de hecho, una mutante poderosa, una mujer inteligente, valiente y decidida, y una heroína con todas las de la ley. Y justo cuando me empieza a molar (y a Lobezno)... TOCOTÓ.

Sip, básicamente Jean se sacrifica por sus amigos y el universo la recompensa convirtiéndola en Fénix, una diosa cósmica. Y aquí comienza una larga historia de la que la famosa saga de Fénix Oscura es solo el apoteósico e inmejorable clímax.
Aquí hay mucha tela que cortar. No es simplemente "Jean se vuelve mala". O sea, sobre el papel sí, lo que vemos es cómo poco a poco, mientras suceden otras aventuras en las que ella tiene un papel intermitente y secundario pero siempre latente (eso sí, en una de ellas, la que introduce a los Shi'ar, salva el universo ella sola), se va corrompiendo al manejar un poder que ningún ser humano debería. Algo agravado por la intervención, a partir de cierto momento, del terrible Mente Maestra del Club Fuego Infernal, que la tienta haciéndole vivir sus deseos reprimidos. Y eso es lo interesante. Jean descubre que es más humana y compleja de lo que creía, que, como todos, tiene un lado perverso y morboso que le han liberado en el peor momento posible. Y teniendo en cuenta esto, creo que al final el tema general de esta historia es la llegada a la madurez de Jean y Scott. En el tiempo que ella es Fénix, ambos descubren sus fortalezas y debilidades, se conocen mejor a sí mismos y el uno al otro, y pasan de ser una parejita adolescente casta y pija a una pareja real, que por fin pasa al terreno físico (ejem), que se quiere en serio, con sus problemas, temores, y conversaciones emocionales. Hasta se comprometen, tanto literal como simbólicamente al crear un vínculo psíquico irrompible, reforzando la sensación de que ya está, se han hecho mayores.
Aun así, no pasa desapercibida cierta sensación de que es una relación que ambos están forzando ligeramente. Se quieren, sí, pero ¿almas gemelas? ¿conexión sincera y total entre ambos? Yo no lo veo. No sé si será cosa mía, pero siento que más bien aman la idea de ser almas gemelas. Como si el uno viese en el otro a la pareja ideal según las personas perfectas que se supone que son. El Aguerrido Héroe y la Doncella Virtuosa. Pero es que no lo son, así que su amor, real, ojo, se basa en una ilusión sobre sí mismos.
Pero bueno, analizar esta relación daría para un post entero para el que me falta casi toda la información, lo importante es que él acaba siendo mejor hombre y ella... bueno, a ella se le va a la mierda todo. Pero incluso en esas circunstancias se despide como una heroína.

No tengo claro que Jean sea un gran personaje, me falta conocerla en el periodo entre su resurrección a mediados de los 80 y su muerte definitiva a principios de los 2000, así como en la posterior aparición, en 2012, de su versión joven del pasado, miembro de la Patrulla-X actual. ¿Confusos? Bien. Así es la historia de Jean.
En fin, yo qué sé. Quizá lo interesante de ella fue ver como "la chica buena" se convertía en "la chica mala" (con la metáfora del despertar sexual que eso conlleva) y nunca logró escapar de la sombra de esta historia tan impactante. Puede ser, no lo sé. En principio me da la sensación de que es más bien un símbolo, de que este enorme arco usó a Jean como centro de algo con objetivos más amplios. Sirvió, como apuntaba, para hacer madurar a Scott, pero además al cómic de superhéroes en sí. Nunca se había visto algo así de sofisticado, épico y dramático, y encima tan motivado por los personajes (por eso me he extendido tanto en esta historia concreta). También sirvió para hacer que una mujer fuese una de las fuerzas, tanto del bien como del mal, más poderosas y devastadoras del universo Marvel.
Y como extra, nos dejó la primera gran escena de Lobezno en solitario, a la altura de las expectativas.
Nada volvió a ser lo mismo. La serie pasó de estar muy bien a ser una maldita experiencia emocional. Y lo curioso es que solo fue el principio. Cuando empiezo a NECESITAR estos cómics es cuando, en toda una declaración de intenciones, justo tras morir Jean llega mi querida Kitty como miembro oficial del reparto.

Pero intentemos seguir un orden. Para empezar hablemos un poco más de Cíclope. Sí Whedon me descubrió que Scott molaba y merecía protagonismo, como explicaré en otro momento, Claremont me muestra que esto siempre ha sido así. La Patrulla-X y cualquier equipo necesita un líder fuerte que encarrile las tramas y sirva de punto de agarre para el espectador. Cíclope lo es. Y debe serlo él. No solo por ser, en fin, EL PRIMER HOMBRE-X, sino porque está bien que haya un "prota" típico para equilibrar las historias y servir de punto de vista, sobretodo si es un superhéroe tan clásico. Me gustan ese tipo de personajes.
Incluso cuando se le deja de lado en favor de Tormenta siempre está presente, aunque no esté en el equipo. Y oye, me interesa. Porque por muy caballero blanco que sea, esto es Marvel, así que en el fondo sigue siendo un ser humano tan jodido como cualquiera. Los apuntes que Whedon hará de él tienen su base aquí. Un desastre a nivel emocional. Baja autoestima, se culpa de todo. Reservado, le cuesta abrirse por sufrir en el pasado, hasta un punto en el que parece que sufre falta de empatía hacia sí mismo. Casi no se permite ser humano, y eso le amarga. Parece depender en extremo de su pareja, sea esta quien sea, y sin embargo las hace sufrir con sus neuras, sin querer. En general es un poco dramitas y blandengue, precisamente por no permitirse procesar las emociones, buenas o malas, como una persona normal. Pero nada de esto es malo, le humaniza. Le hace real e interesante.
Además va evolucionando emocionalmente, madura. Antes su vida se limitaba a la Patrulla-X, pero poco a poco desarrolla una vida personal. Gire esta en torno a su padre, un pirata espacial (adoro los cómics), o en torno a la novia que tenga en ese momento (justo donde lo dejé acaba de casarse con la sospechosa Madelyne Pryor).
Me gusta esa faceta de persona adulta en proceso de construcción porque contrasta con su verdadero ser cuando la cosa se pone fea: valiente, perseverante, inteligentísimo, superhéroe total (los Nuevos Mutantes flipan con él), líder espléndido, estratega BRILLANTE.
Porque cómo mola eso de que Batman tenga un plan para derrotar a cada miembro de la Liga de la Justicia si fuese necesario, ¿eh? qué puto amo... Pues adivinad, CÍCLOPE TAMBIÉN. Uncanny X-Men 175, Cíclope debe destapar a Mente Maestra mientras resiste los ataques de una Patrulla-X engañada por el villano. Planifica, calcula, pone de manifiesto sus conocimientos de sus compañeros manteniendo a raya A TODOS, ejecuta su estrategia a la perfección, gana. Si eso no es MOLAR, yo me bajo del mundo.

Es inteligente, de todas formas, que cuando deja la Patrulla-X al morir Jean, pasen a centrarse en su sustituta como líder, reforzando la importancia de este rol. Tormenta es quizá el personaje que más me ha tenido en vilo y al que más me cuesta descifrar ahora mismo, dado que para ver como sigue su evolución y comprender exactamente a dónde la quiere llevar Claremont tengo que esperar al siguiente Omnigold. Pero de momento, uf. Qué icono me estaba perdiendo hasta ahora. ¿La gran superheroína de Marvel? Quizá, ¿no? al menos en esa época.
Ororo es majestuosa, más grande que la vida, épica. De dejar momentazos cada dos por tres. Una especie de avatar de la mismísima madre naturaleza. Tan incansable e implacable como compasiva. Una luchadora toda su vida. Quiero decir, ni siquiera es realmente feliz en la Patrulla-X. Los constantes peligros, la violencia y encontrarse de frente con villanos despreciables no van con ella. Y aun así sigue ahí, es capaz de mantener a raya su claustrofobia y de darlo todo porque es lo correcto. Y se le da de maravilla. Tormenta, capaz de imponerse ante Lobezno para que no mate, es una líder más dura y severa que Scott, siempre consciente de la responsabilidad sobre sus hombros. De hecho, esa evolución con la que me he quedado a medias consiste en darse cuenta de que ser la líder que la Patrulla-X necesita conlleva perder el preciado equilibrio y conexión que mantiene con la Tierra y que la convertían en una defensora de la vida a cualquier precio. Y lo acepta. El momento clave:

Ahora Tormenta es punk y mucho más dura, fría e inestable. Una absoluta jefaza, sí... pero que también me despierta preocupación. Ya digo, deseando ver cómo sigue y cómo afecta a su maternal y emotiva relación con su adorada Kitty.

El personaje que para mí supone la guinda, por cierto. Da a la serie una humanidad y un corazón imprescindibles. Ver la evolución y el crecimiento de héroes de cómic que empiezan siendo algo así como pupilos siempre emociona. Yo ya conocía y adoraba a la Kitty adulta, así que verla de cría ha sido muy bonito. Incluso aquí ya muestra su inteligencia, valor, versatilidad y heroismo, todo bajo su inevitable y entrañable personalidad de típica adolescente. Me encanta.

Además, es fácil engancharme con su historia con Coloso. Un "sí pero no" que durará años y que de momento no va a avanzar mucho por una diferencia edad no muy grande pero insalvable durante estas edades. Aun así, es precioso cómo Claremont describe el momento en el que Kitty descubre con confusión y preocupación que está enamorada de verdad de Peter. Yo vivo para estas cosas.
Él, por cierto, suele tener un rol más secundario, de momento, y aun así está definido y evoluciona. Es sutil, pero se ve claramente como pasa de adolescente a hombre. Empieza un poco patoso y desubicado, echando de menos a su familia, pero poco a poco empieza a petarlo. Cada vez está más fuerte y decidido, y se empieza a perfilar una brújula moral incorruptible, siendo uno de los X-Men más aplastantemente buenos. Pero también es un granjero bonachón, sencillo, sensible, sabio de una forma particular y con el alma de un artista.
Aun así, si hablamos de gente buena y adorable en el equipo, nadie es rival para Rondador Nocturno. Nunca parece ser de los X-Men más "importantes", pero no hay fan al que no le encante. Kurt Wagner es el colega definitivo. Un tipo gentil, divertido, animado, que se niega a dejar que el rechazo sufrido por su aspecto le derrumbe y que siempre parece tener como objetivo la seguridad y felicidad de los demás. Se puede contar con Kurt. Por mal que pinten las cosas, por difícil que le resulte, él seguirá intentando salvar a todos y resolver la situación, aunque le vaya la vida en ello. Además es cinéfilo y le gusta el rollo de piratas y aventureros a la vieja usanza. No se puede ser más majo. La prueba definitiva es que logra convertirse en el mejor amigo de... el que falta.

Vale. A ver. Le he dejado para el final para mostrar lo que es evidente en los tebeos. Es "solo" un miembro del equipo. Todos importan. Todos molan. Uno no puede leer a la Patrulla-X interesado en un único personaje porque se va a decepcionar al ver cómo el foco va rotando. Y eso es aplicable a Lobezno. Él no es EL protagonista de la Patrulla-X "en general".
Lo cual no impide que sea mi favorito. Es un tópico, sí, pero es que Logan es mucho Logan. Al principio un energúmeno borde y capullo, es un auténtico placer ver cómo le van dando matices (y perfilando sus poderes, naturales y artificiales) hasta convertirlo en el Lobezno que conocemos y adoramos. Y es que antes de llegar a esa fase es imprescindible pasar primero para esa que el cine se empeña en mencionar como algo real pero que nunca ha mostrado: la de Logan como asesino de instintos bestiales. ¿Un animal o un ser humano? Ese es siempre el conflicto del personaje. Su agresividad es a veces incluso un dilema para el equipo. Y es muy emotivo ver a la fiera luchar poco a poco por convertirse en un hombre. Uno con un sentido del honor, la lealtad y la justicia tan anticuados que le acercan a los valores de los samuráis y le hacen absolutamente fascinante. Un hombre que, por mucho que vaya de solitario, valora a sus camaradas por encima de todo y que tiene una empatía espectacular con ellos, hasta con Scott, llegado el momento. Y un hombre que, bueno, además es insoportablemente carismático. Un enano cabrón-pero-en-realidad-no que no puede molar más en cada cosa que dice y hace y que por eso no necesita chupar cámara para petarlo. La definición de puto amo. En fin. LOBEZNO, gente. Ya sabéis. Hasta la versión light de las pelis mola. Qué os voy a contar a estas alturas.

De momento estos son los protagonistas. No, no Xavier y Magneto. Magneto es un villano excelente, pero no está en cada maldita historia. Y no era taaaan amigo de Xavier, por favor.
Y en cuanto a ese, su papel por ahora es el de mentor coñazo y nada más. Me cae mal. Tiene más cuento que yo que sé. No es ni de lejos tan buena persona como se cree. Manipulador y tirano. Los únicos episodios aburridos son los que muestran su pasado. Afortunadamente por ahora solo ha habido un par.

Vamos a ir cerrando, gente. En cuando a los dibujantes, muy rápidamente: Dave Cockrum es bueno pero le veo anticuado. John Byrne es... es John Byrne. Uno de lo más grandes, poco se puede decir. Si acaso aclarar que durante su estancia colaboró con Claremont en el argumento de cada número y que fue él quien dio a Lobezno el empujón que necesitaba. Y con Paul Smith llegan la modernidad y la frescura. Muy bueno.

Solo queda recordaros que todo esto lo tenéis en los cuatro volúmenes de tapa dura que hay por ahora de Marvel Gold: La Imposible Patrulla-X. El 5º llegará en algún momento de este año. Y me va a costar mucho aguantar la espera.

Por ahora, podemos hablar de los X-Men de Joss Whedon. En breve.

8 comentarios:

  1. Xavier:"No es ni de lejos tan buena persona como se cree. Manipulador y tirano". Hay Dios mío cuando llegues a Vulcano. Hay Dios mío.

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    1. No tenía claro si iba a meterme en esa etapa, pero ya estoy viendo que va a ser inevitable.

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  2. Has bordado el artículo y me has llenado de ganas de seguir leyendo la Patrulla-X de Claremont(solo he leído los dos primeros omnigolds). La etapa de Morrison creo que te va a gustar porque precisamente explora la idea de que la relación de Scott y Jean era algo platónico,tal y como la has descrito

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  3. Hay un momento muy interesante en las colecciones recientes, ya ni recuerdo en cuál, en la que un personaje del Club del Fuego Infernal acusa a Scott de emparejarse con la mejor mutante de su generación (Jean) y tras la muerte de esta, buscarse a la segunda mejor (Emma). Me pareció un punto de vista interesante, sobre todo teniendo en cuenta la progresión del personaje actual: ¿está Scott, como lider militar y niño soldado, enamorado del poder y el potencial máximo del gen mutante? ¿Siempre estuvo eso detrás de su relación con Jean? ¿Es por eso que el poder de Fenix marca un punto de inflexión en su relación con ella, mucho antes del Fenix Oscuro?
    Con todo, y a pesar de Bendis, los mutantes actuales tienen tantos matices guays. Pero, como dices, todo empieza aquí.

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    1. Hostia, pues sí es interesante esa reflexión. Hay mucho jugo que sacar ahí, porque también está la noción de que Scott parece sentirse poca cosa al lado de Jean. Whedon analizó al personaje bastante bien, ya lo comentaré.

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  4. Mi tandem favorito es el de Claremont y Paul Smith. Morlocks, ninjas, la evolucion de tormenta, como desarrolla todos los personajes, se le nota comodísimo con sus creaciones y como "juega" con ellas. Para mi la etapa de madurez maxima de la serie.
    De la epoca pre- Claremont pues no me cerraría a leer nada de esta, pues hay cosas bastante interesantes. Por ejemplo te recomendaría encarecidamente la etapa de Roy Thomas y del gran Neil Adams, que esta muy bien

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  5. Claremont "continuó" esta con X-MEN: FOREVER hace unos años y (si no la has leído) te la recomiendo encarecidamente. He leído el artículo (muy buen, por cierto) y veo que te ha gustado mucho esta etapa así que ahí lo dejo.

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