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viernes, 17 de abril de 2015
Diario 'Daredevil': Temporada 1, capítulo 4
En el capítulo anterior vimos a Fisk por primera vez. En este empezamos a conocerlo. El enfoque que adopta la serie es claro, y me encanta: no nos lo presentan como el gran villano, como el enemigo al que odiar. Aunque lo sea, no quieren que pensemos en él como un objetivo, como el jefe final. En su lugar, tenemos a un hombre en constante conflicto consigo mismo. Esto es algo que se irá desarrollando hasta el último capítulo, así que poco a poco iré apuntando detalles. De momento, durante su cita con Vanessa vemos a un hombre cansado de lo que hace, como si la misión que se ha impuesto no le dejase ser él mismo. Se supone que es un frío hombre de negocios, y que los crímenes que comete no son más que inconvenientes que hay que resolver. Esa es la imagen que sacamos de Wesley, pero no de Wilson, un personaje que se apoya mucho en la interpretación de Vincent D'Onofrio. Él habla y se comporta como alguien que contiene su verdadero ser. ¿Pero quién es realmente, entonces? Una bestia parda que se deja llevar por sus emociones. Un psicópata. Con corazón, pero un psicópata. Y él no lo sabe. Me resulta fascinante.
Esto lo vemos en la brutal escena final, a la que se llega de forma muy orgánica. El capítulo pone mucha atención en los hermanos rusos, a quienes se define sorprendentemente bien. Ellos son el núcleo, pues conectan tanto con Fisk como con Daredevil. Son ellos los que secuestran a Claire, dando pie a la aventura de nuestro héroe en esta ocasión. Esto sirve para seguir definiendo a Matt, pues queda claro que él no es Batman. No tiene un plan, no sabe con detalle a qué se enfrenta, ni comprende el fregao' en el que se ha metido. Por mucho entrenamiento y muchos supersentidos que tenga, es solo un tío normal intentando mejorar su ciudad. Comete errores y tiene miedo. Me encanta.
De todas formas, consigue seguir dando de hostias a los rusos, obligando a los hermanos a someterse a Fisk. Uno de ellos interrumpe su cita en el restaurante y... bueno. Tenemos el citado final, que deja muy clarito de qué rollo va la serie. ¿Veis lo que decía? Todo está perfectamente conectado. Solo es independiente la parte de Urich y Karen, en la que no hay muchos avances más allá de perfilar su relación.
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