Nivel de spoilers: Muy alto
Hoy en día ver a superhéroes en la gran pantalla es algo rutinario. Cada año se estrenan tres o cuatro cintas basadas en un personaje de cómic, y debido a esta explotación (con la que yo no tengo ningún problema) y a que cada vez son proyectos más ambiciosos, nosotros somos más exigentes. Las analizamos con lupa, queremos que sean fieles al material original y no nos conformamos con que sean "entretenidillas": Deben ser algo más.
Pero hace unos cuantos años la situación era distinta. Los superhéroes estaban solo en las viñetas, y la gente ni se planteaba que pudiesen interesar a alguien a parte de niños y adolescentes. No eran algo que se tuviese en cuenta. Es más, muchos héroes de Marvel y DC ni siquiera eran famosos aquí. Tan solo Spider-Man, Batman, la Masa (Hulk)... Y por supuesto, Superman. En un escenario en el que las adaptaciones de cómics no estaban a la orden del día y este medio era intrascendente, llegó la primera película sobre EL SUPERHÉROE. El resultado esperable era una cinta cutre que se pasase por el forro el cómic, pero nada más lejos de la realidad.