Buscar este blog

jueves, 13 de julio de 2017

Impresiones: 'La Guerra del Planeta de los Simios'

Nivel de spoilers: Medio


Algo va muy, muy bien cuando lo peor que se puede decir de una película es que su título puede llevar a unas ideas preconcebidas equivocadas. Pero incluso eso sería "culpa" del espectador. Es fácil asumir que esta va a ser la peli de la batalla descomunal, con muchos simios a caballo con metralletas. Pero eso supone olvidar que estamos hablando de una trilogía que se ha caracterizado por tomar el camino reflexivo, emocional, íntimo, de escala reducida y grandes ambiciones narrativas pero de ejecución sencilla. Esta tercera entrega, la última de la saga al menos tal y como está concebida ahora, vuelve a conseguir todo eso... pero quizá incluso un escalón por encima. Matt Reeves se deja la piel para construir la mejor de la trilogía, creo.

Habría que aclarar a qué me refiero con lo del título. Veréis, en esta ocasión seguimos a nuestros simios no hacia la guerra sino hacia la oportunidad definitiva de supervivencia y libertad, porque eso es lo que han buscado desde el principio. La guerra no es más que un contexto que da a la cinta un matiz de... final. De que la humanidad se va ya del todo al carajo por sus propias acciones y la única cuestión es si los simios podrán librarse del caos y vivir por fin en paz o caerán junto a los humanos que quedan. A través del personaje de Woody Harrelson, un excelente villano, vemos una humanidad rabiosa, enferma y asustada que ya hasta se vuelve contra sí misma y que en última instancia ve a los simios como objeto de su miedo y frustración y como esclavos que maltratar y explotar. Porque cuando el fin está carca, pisotear "al Otro" es dolorosamente habitual. Y así, la saga, como buena ciencia-ficción que es, continúa encontrando formas de hablar de nuestra especie, y no precisamente bien. La brillantez de la película es que no usa "guerra" en el sentido palomitero que uno podría esperar, sino como, ya digo, un contexto que sirva de sinónimo de "el fin de todo lo bueno", "el fin de la civilización".
Una apuesta tan valiente como lógica para esta saga, que no se ha ganado el adjetivo de "adulta" por una cuestión de tono, sino por aplicar ese enfoque solemne, pausado y sin excesivo interés por el espectáculo a ideas y emociones que lo merezcan. Es algo tan simple como cuadrar bien forma y fondo de manera que lo primero no parezca una simple pose. Dicho de otra forma, esta trilogía es justificadamente ambiciosa, sobretodo desde la llegada de Reeves, y también honesta.
Prueba de esa honestidad, de esas ganas de contar cosas y emocionar sin reservas ni cinismos al espectador, es el que creo que siempre ha sido el gran hallazgo de la trilogía: ceder el protagonismo a los simios. Un factor que aquí brilla aún más.

Y es que sospecho que hay una razón básica para que la cinta me haya llegado tanto (¿qué significa "tanto"? bueno, no estaba tan cerca de llorar en el cine desde 'Toy Story 3'), o más bien, un elemento que afecta a todo el film, una decisión que le da forma. En las dos anteriores había una única queja compartida por todos: los humanos no interesaban. Es decir, sí, necesitamos a la humanidad "como concepto" en estas películas, pero vivimos los acontecimientos, y de qué forma, a través de un protagonista tan extraordinario como César. Los personajes más carismáticos son simios y las mejores interpretaciones, con Andy Serkis a la cabeza, son también las digitalizadas para dar vida a los simios. La conexión emocional está con ellos. Sin embargo teníamos que comernos a James Franco o a Jason Clarke como motores de la trama y, en el caso del segundo, representación del lado humano del conflicto. No me malinterpretéis, su función es necesaria, pero son eso, herramientas. Es innegable que cada vez que pasamos a ellos y su entorno el interés baja considerablemente.
Bueno. Pues nada de eso está aquí. Los únicos dos papeles humanos de relevancia son el de la niña que habéis podido ver en el material promocional, y que lleva una carga emotiva que es de hecho uno de los puntos fuertes del film, y el del comentado de Harrelson, que además está al servicio del arco de César y que es, en fin... WOODY HARRELSON. Nada que objetar. Por lo demás, esto es al 100% sobre César y sus simios, lo cual permite a Reeves desatarse y hacer, básicamente, lo que hizo en la anterior pero tres veces mejor, como si le fuese la vida en ello, con un buen gusto y una empatía pasmosas. La cantidad de momentos de pura emoción y de poesía audiovisual (a todo esto, MADRE MÍA Michael Giacchino), de épica sin paliativos, de corazón, de humanidad, de drama sincero y directo, son demasiados para enumerar. Es sencillo: sea lo que sea lo que proponga la película en un momento dado, compro. Estoy "ahí" con la peli de principio a fin. Con ella y con los simios. Todos brillan, tanto viejos conocidos como caras nuevas. Destacando, eso sí, al veterano Maurice, que aquí está particularmente emotivo (al respecto habría que citar de nuevo a la niña, que influye mucho en esto), y por supuesto, al protagonista absoluto del film, César.

Ah, César. Una vez más, él, su mirada, su viaje, es la película. Siempre me fascinará la capacidad de esta trilogía para construir un personaje tan absolutamente majestuoso y, a falta de una expresión mejor, épico, y al mismo tiempo tan humano. Aquí, también por la guerra (de nuevo, no se trata del espectáculo), de consecuencias ya personales, le vemos derrotado moralmente y abandonado a su odio por el personaje de Harrelson, lo cual reformulará su papel de líder. Es muy interesante volver al ambiente carcelario de la primera, porque si bien entonces las acciones de César eran el motor de todo, aquí su figura lo ha sobrepasado a él como individuo, con sus debilidades y errores, para convertirlo en un símbolo y una motivación para su pueblo. Y precisamente entre esas dos facetas se mueve el personaje aquí. Algo idóneo para tratar en la última odisea de los simios por la libertad: el momento en el que más importa quién y qué es César. Un arco personal y complejo pero narrado con la sencillez y claridad habitual que completa un personaje y una evolución para el recuerdo.

Hay mucho más que comentar. Ciertos spoilers, detalles muy concretos, o conexiones con el film original del 68 que, con detalles sutiles, lo que hacen es aclarar que esta trilogía está en su propia continuidad y que quizá pueda dar pie a una nueva versión de la historia clásica. No me sorprendería.
Pero el caso es que no quiero meterme a comentar en profundidad un material para el que necesitaría un revisionado. Hay mucha tela que cortar aquí, tanto a nivel de historia y personajes como de dirección. Pero eso, prefiero dejarlo para el futuro, tanto en Letterboxd como en Twitter. Juraría que no tenía esta sensación de "por ahora prefiero no decir más" desde 'Inside Out' y 'Mad Max: Fury Road'. Ahí queda eso.

Bajo estas circunstancias, poco más puedo añadir. Ahora ya podemos decirlo: trilogía redonda.

5 comentarios:

  1. Fue, yo sali del cine con una impresion rara.

    Me gusta que sigan sacandole jugo al arco de Cesar, que el mismo siga aprendiendo cosas, y sobre todo, que fueran a tope con la metafora biblica de Noe,que la han cuidado mucho en todas las pelis.

    Harrelson en general bien, no tengo mucho que objetar.

    Pero lo que no compro de ninguna forma es la batalla final.

    Si tu estuviste "ahi" todo el rato. Para mi, cada poco pasaba X cosa que me sacaba completamente.

    Que en mitad de la batalla se pusieran a disparar a los monos que tratan te huir en vez de a los putos tanques que vienen de frente.

    La muerte del ballestero al que Cesar salvo, casi me rio. Tiene que ser un momento dramatico y serio y casi me rio en el cine por la forma en que peta y el casco sale volando.

    Que algun genio dejara todos los depositos de combustible al lado de la puta muralla.

    Y todo el rato asi, pero tambien esta la niña, y el detalle que tienen con el peluche, pero apenas prestan atencion al otro ejercito de humanos que supuestamente tiene buenas intenciones... Pues eso, impresiones muy raras, muchas cosas bien y muchas mal. El resumen es que estoy muy confuso y quizas la vuelva a ver para aclararme un poco.

    ResponderEliminar
  2. La peli está muy bien, pero el final es un desastre de tal magnitud que prácticamente destroza todo lo anterior.

    ¿Helicópteros contra una muralla acorazada? ¿Depósitos de combustible al lado de la misma? ¿Aludes salvadores? ¿Cesar en plan Moises?

    Y si estuvieran repartidos a lo largo del metraje, pero anda, que todos juntos uno detrás de otro...

    ResponderEliminar
  3. Je, buena crítica. Como a otros, me chirrió un poco lo del alud. No es ilógico que se diera, después de volar media montaña, pero queda raro que el alud salve a los monos de ese gran ejército humano del que tampoco nos han dicho gran cosa. No es grave ni insalvable porque al final la peli va de los monos buscando vivir (como siempre), y lo que queda de la humanidad siendo unos tarados. Pero queda raro.

    Eso sí, Cesar en plan Moisés, como dice el comentarista anterior, no cuenta, que la peli llevaba con su simbolismo religioso mucho antes de eso. El malo es un iluminado de Dios, poco menos, se cree redentor de la humanidad. Pero aquí no hay más mártir y pastor verdadero que Cesar, que es literalmente crucificado por los pecadores para salvar a los suyos. La manera en que te meten eso, para reforzar el viaje siempre personal y "humano" del prota me pareció estupenda, e ilumina de forma diferente el como interpretar toda la trilogía. Como dices, Cesar es un personaje épico, y le dan tratamiento de leyenda, sin abandonar nunca el aspecto personal.

    En fin, dejo mi propia crítica, y ya.
    https://letterboxd.com/albertocruzado/film/war-for-the-planet-of-the-apes/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ten en cuenta que esa escena en concreto la tengo asociada al rostro de Charlton Heston, así que me chirrió un montón XD

      Eliminar
  4. Es cierto. Es casi como si la peli cerrara el círculo con la primerísima de los simios de una manera menos evidente que con lo de los humanos mudos y matándose entre sí. Cesar en el papel de un personaje interpretado por Heston, protagonista de la primera de los monos. La verdad es que es tan pintoresco como "chiste" interno que casi vale la pena que lo hayan hecho.

    Aunque choca, no lo dudo, no me rayó nada. Esta a tono con un simbolismo que esta muy presente en la peli desde antes, y que coincide con lo que se esta contando. Yo la verdad, lo agradezco y me divierte a partes iguales.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...