'La Leyenda de Korra', creada por Michael Dante DiMartino y Brian Konietzko. Temporadas 1 y 2. Apreciable expansión

Nivel de spoilers: Medio-alto

Hacer una secuela, precuela o spin-off de un material ya finalizado y muy querido siempre es arriesgado. Para empezar, el público siempre pondrá en duda la necesidad de su existencia, y las comparaciones con la historia original son inevitables se mire por donde se mire. Pero, quizá porque 'La Leyenda de Korra' llegó más o menos cuando yo me decidí a ver la maravillosa 'Avatar' y me agarré a ella con desesperación porque no soportaba la idea de decir adiós a este universo, he sido muy poco escéptico con ella. He disfrutado mucho de las dos temporadas que se han emitido hasta ahora, pues es un producto muy diferente a 'Avatar', más de lo que se pueda pensar. ¿Alcanza la calidad de aquella? No. Pero Korra y compañía son una muy digna nueva generación.



La serie apunta al corazón desde el primer minuto. Tened presente que acababa de terminar 'Avatar' cuando me puse con esta, así que volver a oír lo de "Fuego. Tierra. Aire. Agua." me enganchó irremediablemente. A esto hay que añadir la voz en off de Tenzin, hijo menor de Aang y Katara, explicándonos que su legendario padre ya ha muerto y que lo que veremos son las aventuras del nuevo Avatar: Una chica de la Tribu del Agua llamada Korra. Es una sensación rara, entre triste y conmovedora, saber que los chavales que seguimos hace tan poco tiempo crecieron, se casaron, tuvieron hijos, envejecieron y murieron. Solo Katara sigue con vida. La cría de 14 años que conocíamos es ahora una ancianita. Lo dicho, una sensación extraña.
En cualquier caso, los guiños y conexiones con la anterior serie no son demasiados. Afortunadamente, 'La Leyenda de Korra' tiene, desde el primer momento, su propio estilo, historia y personajes. Es más oscura y adulta en los temas que trata. Se saca mucho partido al rápido avance tecnológico sufrido en los 70 años transcurridos, por lo que nos encontramos en una especie de Nueva York de los años veinte, con un trasfondo socio-político muy marcado. Si tenemos en cuenta al villano de la primera temporada, un terrorista que llega de repente y lo pone todo patas arriba, muy teatral, y aficionado a los discursos, las reminiscencias al Batman de Christopher Nolan son tan claras como inesperadas. Una ambientación y tono, en definitiva, de lo más acertados. La segunda temporada recupera un poco el alma de la anterior serie, más enfocada en el asunto espiritual. A pesar de ello resulta inferior a la primera temporada debido una ligera saturación de tramas que impiden un hilo argumental más claro. Aun así, el episodio más épico y memorable de la serie tiene lugar en esta temporada; Me refiero a aquél en el que se nos narra la
vida de Wan, nada menos que el primer Avatar, el origen de TODO. Una verdadera joya totalmente autosuficiente, este episodio doble.
En líneas generales, estamos ante dos temporadas auto-conclusivas notables que, estando un escalón por debajo de 'Avatar', sí logran ser verdaderamente emocionantes y épicas en sus tramos finales. Y como ya digo, tanto por su tono como por las historias que se cuentan, resulta una serie indudablemente más madura en ese sentido que la original.

Sin embargo, irónicamente, resulta más simple e infantil en lo más importante, en lo que hizo de 'Avatar' una historia inolvidable: Los personajes y sus relaciones. Y es que esto, a la hora de la verdad, no es que se pueda hacer de forma madura o infantil; Simplemente se puede hacer bien o mal. 'Avatar' lo hizo bien, muy bien. Y 'La Leyenda de Korra'... Bueno, no es que lo haga mal. Y estoy seguro de que si no hubiese visto la anterior serie me gustaría más. Pero sí, a nivel de personajes resulta un poco plana.
Korra es una buena protagonista, lo bastante heroíca para que nos pongamos de su lado, pero también es impulsiva, impaciente, y extremadamente poco comprensiva. Se mantiene en un frágil equilibrio entre ser una heroína con la que podamos empatizar y una niñata insoportable. Por ahora, en mi caso, cae hacia el primer lado. Habrá que ver como evoluciona, pero de momento es radicalmente opuesta a Aang: Si aquél no quería ser el Avatar, Korra acepta su papel con entusiasmo. Si Aang era un hacha en el asunto espiritual y sin embargo le costó dominar el control de elementos, Korra, desde que acabó la primera temporada, tiene un dominio absoluto de los poderes y en cambio es una completa obtusa (al menos hasta el final de la segunda temporada) en lo que a espíritus se refiere. Y así podría seguir hasta el infinito. Encuentro esta inversión de características de lo más interesante.
Su romance con el un tanto aburrido Mako, con un peso mucho mayor que el que tuvo el de Aang y Katara (lógico, teniendo en cuenta la edad de los personajes) me resulta bastante plano y poco interesante, con un triángulo
amoroso de por medio demasiado persistente que, parece, ya se ha resuelto. Y no de la forma esperable, si no de la forma lógica. Yo es que soy muy pro-Mako x Asami. Chica esta más atractiva que Korra en todos los sentidos posibles.
Dado que Bolin no es un personaje ni la mitad de divertido y completo que Sokka, y que aquí no tenemos ningún príncipe Zuko que despierte nuestra fascinación, solo queda hablar de Tenzin, el mejor personaje de la serie.

El mentor de Korra y el hijo menor de Aang y Katara, como ya he mencionado antes. Puede que su evidente conexión con los personajes que conozco y adoro influya, pero creo que es el más tridimensional y carismático de los protagonistas de esta serie. Tanto él como sus tramas, o la relación con su familia, son lo que más capta mi atención.

Tal vez haya dado la impresión de que pocas cosas me gustan de la serie. Y nada más lejos de la realidad. Que considere que los personajes podrían ser mejores no significa que no me interesen lo necesario para disfrutar de sus aventuras. Y vaya si las disfruto.

Es una serie distinta de 'Avatar', y esa es su mayor baza. Comparten mitología y un poderío visual digno de aplauso, así como un dominio de la épica al alcance de unos pocos. Pero son dos estilos diferentes del mismo género. Aquella era más intemporal, esta es, evidentemente, más moderna, no es una batalla entre el Bien y el Mal tan clásica. Y en ninguno de los dos casos las valoro como simples series infantiles. Son mucho más.

Solo queda esperar que las dos temporadas que faltan corrijan lo que hay que corregir y mejoren lo que ya estaba bien.

NOTA: 7'5/10

Aviso de que próximamente hablaremos de más series de animación. ¿Cuales? Bueno, ya que últimamente estoy hablando mucho de Spider-Man... Diría que podéis adivinarlo, ¿Verdad?