'GODZILLA', de Gareth Edwards. Construcción equivocada, destrucción apropiada

Nivel de spoilers: Medio

Empiezo a ver un patrón en la mayoría de blockbusters actuales. Me encuentro con films con buenas ideas y conceptos, una dirección adecuada, y sin embargo, un guion con, generalmente, un error fatal que impide que la cinta sea buena a pesar de que podamos rescatar multitud de detalles y momentos. 'GODZILLA' no se libra de esa maldición.



Haber visto esta película más de una semana después de su estreno me ha permitido conocer de antemano los errores señalados por el público, que vienen a ser: Godzilla (o Gojira, nombre original que me gusta bastante más) sale muy poco, y los personajes son aburridos. Iba preparado para esto, y efectivamente, ambas afirmaciones son más o menos ciertas, pero no es eso lo que impide al film desarrollar su potencial. Al fin y al cabo, Godzilla sale lo justo y necesario para que cada una de sus apariciones sea bienvenida, y le dan muchos momentazos. Es, sin lugar a dudas, lo mejor de la película, lo que uno recuerda al salir del cine. Seguramente si hubiese aparecido más tiempo nos habría acabado cansando. En cuanto a los personajes, pues sí, a excepción de los encarnados por un terriblemente desperdiciado Bryan Cranston, y en menor medida, Ken Watanabe, son bastante sosos, pero son funcionales y para nada molestos.

No, mi problema es, simplemente, que la peli está construida para durar una hora, no dos. Me explico: La película arranca bien y va presentando como es debido a los personajes y la trama. Va dosificando la información para captar nuestro interés y juega con la expectación para que, cuando veamos a la amenaza del film, los MUTOs, sea un gran momento, y para que cuando llegue Gojira, el Rey de los Monstruos, a darles caza, sea algo sencillamente glorioso. Y maldita sea, así es. Cuando el film muestra a Godzilla en todo su esplendor y ruge por primera vez, dan ganas de aplaudir. Pero es que a partir de ahí no hay nada más que contar. Sí sí, nuestro soldadito carapalo debe reunirse con su mujer e hijo, pero nada más. El film anticipa cual será el climax, el objetivo final: Godzilla cargándose a los asquerosos bichos. Eso está bien, establecer en qué consistirá el clímax se hace habitualmente. Pero entre este momento y el clímax en sí mismo, deben pasar cosas que hagan avanzar la trama hasta que se den las condiciones para que se cumpla ese anunciado último acto. Pensad por un momento en 'Regreso al Futuro' (que cuenta con uno de los mejores guiones que he visto en un blockbuster). En cierto punto nos revelan cuando y como volverá Marty a 1985 y lo que debe hacer para asegurar su existencia. Y es a partir de ahí cuando comienzan los problemas, problemas que se deben resolver para llegar al clímax. Sobra decir que por cumplir a rajatabla este esquema, entre otras muchas razones, dicha película triunfa.

Aquí, sin embargo, no hay razón para que Gojira no se cargue a los bichos en cuanto se los encuentra. No hay razón para que el clímax no suceda a la hora de película, más allá de que sería irrisorio que durase tan poco. Así que lo retrasan de forma forzada haciendo que Gojira no pueda vencerlos hasta el final sin una verdadera razón, mostrándonos pequeños adelantos de la batalla que nos espera (no amigos, no es una decisión deliberada para crear expectación, es que no pueden dejarnos ver esa batalla hasta el final y de alguna forma tienen que engancharnos), y sobretodo, volviendo constantemente a unos personajes que no tienen nada que hacer más allá de seguir a los bichos y tomar decisiones estúpidas tras mucho discutir solo para poder hacer algo mientras Godzilla POR FIN reparte hostias (y sí, me refiero a la tontería de la bomba). La sensación, en definitiva, es que estamos esperando a lo tonto a que llegue lo que debió llegar mucho antes: Godzilla pegando, mordiendo, aplastando y lanzando su aliento atómico de la forma más bruta, espectacular y épica posible. Lo de "Godzilla sale poco" y "los personajes aburren" es la forma equivocada de resumir esta mala construcción del guion.

Entonces qué, ¿es un bodrio? Pues tampoco es eso. Hay algún hallazgo visual por parte de Edwards y el hombre sabe imprimir épica y Sentido de la Maravilla, logrando que cada vez que Godzilla aparece y hace algo, la peli se vuelva genial. Solo en la batalla final deja un par de momentazos que no puedo ignorar. En serio, lo del aliento atómico... TREMENDO.
Además, capta bien la escala de lo que muestra. Los humanos son minúsculos e impotentes espectadores en una batalla de dioses. Lo cual, por otro lado, acentúa el hecho de que no tienen nada que hacer en la trama...

Poco más puedo añadir. Todo queda resumido en el título de la reseña. Ahora os toca a vosotros hablar.